domingo, 27 de diciembre de 2009

EL FERNANDO ALONSO DE LA WEB


En primer lugar, buenos días a todos:

Esta mañana he estado leyendo una revista llamada XL Semanal, en la cual, aparece una entrevista a un genio español, José Francisco Duato Marín, “El Fernando Alonso de la Web”.


Lo sabe todo sobre redes de comunicación y supercomputadores.


Su objetivo: hacerlos cada día más rápidos y potentes. Sus hallazgos han tenido gran repercusión internacional y por eso ha ganado el Premio Nacional de Investigación.


Su mejor frase: De niño me gustaban los enchufes.


A continuación os muestro una entrevista llevada a cabo por esta revista:


XL. ¿Cómo serán los ordenadores dentro de diez años? ¿En qué habrán cambiado?
J.F.D. Los usuarios iremos reemplazando la computación local por la computación en red. En las empresas ya no tendremos un ordenador personal por cada puesto de trabajo, sino un terminal más barato y de menor consumo (más ecológico), conectado a un servidor. Eso nos permitirá, además, seguir trabajando con nuestro ordenador virtual, igual que frente a nuestro terminal de mesa, desde el móvil o el portátil.


XL. ¿Y nuestro acceso a los programas y aplicaciones también cambiará?

J.F.D. Sí, cambiaremos el modelo actual, basado en pagar los ordenadores y las licencias de sistema operativo y aplicaciones, por otro de pago por servicio. Por ejemplo, si quiero usar una aplicación de forma esporádica, me conectaré a un servidor virtual, usaré esa aplicación y sólo pagaré por el uso.


XL. ¿Es capaz de explicarnos de una forma sencilla en qué se centran su investigaciones?

J.F.D. Vamos a intentarlo. Recordemos para empezar que Internet no es un baúl mágico donde cabe todo. Está formada básicamente por dos tipos de componentes: los servidores, que almacenan y procesan la información, y la red de comunicaciones, que nos permite acceder a esa información.


XL. Hasta aquí lo sigo.


J.F.D. Bien. Vamos a usar ahora un símil. ¿De qué serviría la red de carreteras si no existiesen las ciudades y los pueblos?


XL. De poco, la verdad.

J.F.D. Pues bien, algo parecido ocurre en la web: aunque el término `Internet´ se refiere a la red de comunicaciones, ésta no tendría utilidad sin los servidores, que para almacenar muchísima información y atender a muchos usuarios a la vez hoy contienen muchos procesadores y discos duros, parecidos a los que usamos en nuestros computadores de mesa. Esto se hace así, en lugar de usar un solo procesador potentísimo y un disco duro descomunal, para reducir costes.


XL. Es entendible. Las empresas siempre tienden a abaratar costes.

J.F.D. Ya, pero eso crea un gran problema, porque hay que interconectar todos esos procesadores y discos duros entre sí y a muy alta velocidad. Y mientras que el tráfico por Internet tarda unos pocos segundos en llegar a su destino, las redes de alta velocidad de las que hablo tardan menos de una millonésima de segundo en transmitir información entre dos procesadores. Mis aportaciones han hecho que estas redes sean más rápidas, más fiables, consuman menos energía, resuelvan los atascos por sí mismas y hasta que se reconfiguren solas en caso de fallo.


XL. Vaya, deberemos agradecérselo cada vez que naveguemos, ¿no?

J.F.D. Bueno, los servidores de la Red podrán seguir creciendo de tamaño y atendiendo a más usuarios a la vez sin que haya una degradación del servicio.


XL. Haga un diagnóstico, ¿cómo estamos en I+D respecto a la Unión Europea?

J.F.D. Depende mucho de de qué campo se hable. En mi área, Arquitectura y Tecnología de Computadores, estamos a la cabeza de la UE en producción científica. Pero en términos generales, no. Aunque no estamos demasiado lejos de la media europea, invertimos menos que otros países en I+D, y acabaremos quedando más rezagados.


XL. ¿La innovación es la receta mágica contra la crisis?

J.F.D. Indudablemente. Pero no basta con eso. De poco sirve la promoción de la investigación si no va acompañada de actuaciones que mejoren la transferencia de la tecnología hacia la industria y las empresas. Éste es hoy el mayor reto.


XL. ¿Y por qué esa transferencia de tecnología es tan difícil?

J.F.D. Porque la mayoría de las empresas españolas son pymes. Pero hay soluciones. En algunos sectores, como en el de la telecomunicaciones, las pymes ya se han asociado. Esta tendencia debería extenderse a más sectores; así conseguiríamos transferir tecnología útil, no a una pyme, sino a un gran número de ellas de un mismo sector y maximizaríamos la rentabilidad de las inversiones en I+D. Los políticos deben ser conscientes de que estas inversiones tardan años en mostrar sus frutos. Desde el inicio de una investigación hasta la explotación comercial de los resultados pueden transcurrir más de diez años.


ESPERO QUE OS HALLA PARECIDO INTERESANTE.

MARÍA DELICADO RUIZ.

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